Así es “Mirameh Prensesi, la estrella más luminosa de la noches”. Este cuento basado en el libro de “Las Mil y una Noches” se hace realidad en forma de danza. Las 7 bailarinas de este hermoso espectáculo nos desvelarán los secretos de esta trama envuelta en la majestuosidad de la sensualidad, las melodías y los aromas del mundo oriental.
Es un espectáculo para toda la familia en el que se ofrece un viaje al conocimiento de otras músicas, danzas y culturas. La idea principal es fomentar un acercamiento intercultural que favorezca la integración, la confianza y el respeto por otros mundos. Esto es una necesidad imperante en nuestros días, dentro de una sociedad marcada por la pluralidad de procedencias y culturas. Además, puesto que se trata de un cuento de valores, favorece el crecimiento humano de los más pequeños, todo ello enmarcado en una actividad lúdica.Así, desde la motivación y diversión de este original espectáculo, nos acercamos a la cultura egipcia, culturas clásicas como la persa o la cultura mozárabe. Al final de este artículo os ofrecemos un vídeo obtenido de una de las representaciones. Sin embargo, este es un espectáculo para vivirlo en directo, puesto que de otra forma no podremos observar el color, palpar las texturas, y percibir la sensibilidad artística que lo envuelve.
A pesar de que es necesario fomentar el conocimiento de estas culturas, no podemos olvidar que La Danza Oriental, más conocida como Danza del Vientre, cuenta con numerosos adeptos en nuestro país, gracias en parte a Shakira y sus coreografías. Esta danza ya se practicaba en la Antigüedad como medio de conexión entre lo terrenal y lo divino: era utilizada en rituales sagrados para favorecer la fertilidad de los campos y la bonanza de las cosechas. Por ello, todos los movimientos de esta danza se relacionan con la naturaleza, por ejemplo, las plantas de los pies se apoyan bien sobre el suelo, esto simboliza la tierra, o también cuando la bailarina extiende sus brazos siempre forman una semi U y nunca están caídos, esto simboliza a las aves.También se sabe que, en determinadas culturas, las mujeres hacían movimientos pélvicos y de caderas como preparación al parto.
La danza oriental se caracteriza por sus movimientos suaves y fluidos, disociando y coordinando a la vez las diferentes partes del cuerpo. La atención se centra principalmente en la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos y lentos. A través de estos movimientos se pueden expresar distintas emociones. Así, los movimientos ondulatorios lentos simbolizan la tristeza, en cambio con los movimientos rápidos, golpes y vibraciones la bailarina expresa alegría. La práctica de esta danza tiene numerosos beneficios a nivel físico, energético, emocional y menta: desbloquea el cuerpo, potencia la autoestima, favorece la creatividad y la conexión y expresión de las emociones.
Así que, comencemos por adquirir conocimientos a través del viaje que nos propone Graziella Negri y quién sabe… puede que terminemos dejándonos llevar.
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